¿Una crítica a la vida moderna? Mmm, ¡no!... ¡varias!

A veces me pongo a pensar quién sería yo sin tener “nada” de lo que actualmente tengo, y aquellas cosas que la mayoría de nosotros (y me incluyo) consideramos indispensables. Me refiero a estos pequeños, “grandes” y maravillosos objetos: la PC, el “celu”, el reproductor Mp3 (aclaro que no tengo Mp3 pero estoy ahorrando para comprarme uno), etc. Es bastante irónico porque si bien todos estos objetos nos deberían facilitar muchísimo más las cosas, hacen más que eso: nos llevan a una vida cada vez más sedentaria y nos “descomunican” cada vez un poquito más del mundo real.

Muchas veces me pregunto dónde quedó el intercambio de cartas, quizás me pongo un tanto nostálgico al decir esto, pero el sólo hecho de escribir en puño y letra en un papel y leerlo otra persona, generaba una especie de “magia”, o al menos a mí me sucedía y me sucede esto de vez en cuando, tal vez simplemente yo sea un “caligrafo-obsesivo” ó “caligrafo-maníaco”. Cambiamos el papel, la birome y el sobre por un “e-mail”. Que se entienda que no estoy criticando el avance de la tecnología, sino la pérdida de costumbres vistas actualmente casi como prehistóricas. De hecho, el e-mail nos trajo las ventajas de estar comunicados a cualquier hora, desde cualquier lugar en cuestión de segundos a un precio relativamente bajo.

También en algunas ocasiones, pienso en cuán distinto sería vivir sólo un par de días sin reloj: dormir cuando tengamos sueño, comer cuando tengamos hambre, etc. No vivir a las corridas pensando si vamos a llegar a destino o no. Vale aclarar que cuando digo "sin reloj", significa sin cualquier aparato u objeto que nos indique la hora.

Y por último para ir terminando, una fantasía: vivir en una isla (desconectada y alejada del mundo) solamente con las personas que queremos y amamos, sin electrodomésticos (excepto los necesarios: cocinas, heladeras, lavarropas, etc); en cabañas, con el mar disponible a toda hora y, obviamente sin que nadie nos moleste, sin teléfonos fijos, ni celulares, ni computadoras ni siquiera TV ni radios (totalmente “desconectados”). ¿Estaría bueno, no? (Dejen sus opiniones). Para mí que sí, pero cuán lejos estamos de eso... ¡con lo que me cuesta a mí vivir sin PC, sin celular y sin reloj! Aunque no me llevaría mucho tiempo hacer la maleta e irme para ese lugar...

(Tuvo que pasar una semana y un par de horas y minutos para que actualice el blog... a pedido del público y por congestionamiento en la red: ¡ya hay material! -chistecito-)

Saludos, nos vemos la próxima...