En mí país, en este momento es:

kostenlose uhren relojes blogs

INFORMACIÓN DE VISITAS A ESTE BLOG:

lunes, 28 de febrero de 2011

Sentado frente al río

Estoy sentado frente al río. La música que sale de mis auriculares cubre apenas el ruido de los vehículos que pasan por aquí constantemente. Automóviles y motocicletas en las calles; barcos, lanchas y botes y algún que otro pato pasan por el río.

Mi alma quieta contempla, percibe la paz de la intranquilidad de este lugar. La brisa del viento que pega suavemente sobre mi rostro, brisa del verano que busca despedirse para luego irremediablemente regresar.

Mi mente que revisa una y otra vez el contraste de esta mi ciudad: el río otra vez, edificios por casi todo alrededor, gentes buscando instantes de tranquilidad, y también están los otros como yo encadenando letras, tal vez con sentido o sin él, sobre trozos de papel.

 

28022011260

 

También yo puedo ver a dos banderas flameando y los árboles dando el toque verde para que la vida tome color. Y si elevo mi mirada me encuentro con ese mismo reloj que me resulta imposible no asociar con un juego que solía jugar años atrás. El reloj marca cinco y treinta minutos de la tarde.

Y yo debo parecer un loco más de este lugar: justo bajo la sombra de un árbol apoyando mi espalda sobre el tronco al mejor estilo escritor bohemio-melancólico y hasta nostálgico, o a lo mejor parezca una pésima imitación de Newton del siglo XXI.

Él sabe que necesita de alguien pero no se atreve a decirlo, sólo se limita a analizar y mirar a los demás. Él con su jean azul, camisa a cuadros, sandalias negras, su alforja verde, sus anillos y reloj plateados.

jueves, 10 de febrero de 2011

Mis intenciones

Mis intenciones podrían resumirse
y enumerarse:

No quiero nada menos que un café,
y verte con cierta frecuencia.

Salir a algún lugar y charlar por horas,
mirar alguna que otra película.

Quiero tener con vos como mínimo
una amistad…

Reírnos juntos y cuando lo haya logrado,
sentir que de alguna forma,
yo he cumplido mi misión.

No descarto abrazarte, acariciarte
y consolarte cuando yo te vea triste.

Mirarte a esos ojos que me transmiten
paz y seguridad.

Y por último, darte una serie de besos,
claro si vos me dejás.