Abuela...

A MI ABUELA
No hago otra cosa más que pensar en vos,
Es una herida reciente.
Supongo que nunca podré aceptar ni entender
La irreversibilidad de la muerte.
Espero no volverme a sentir impotente
Por no estar presente.

Te vas un día como cualquier otro
A un solo día de tu nuevo cumpleaños
¡Por Dios! Es imposible explicar…
¡Cuánto te extraño!

Se apagó el brillo de tus bellos ojos verdes,
Dejó de latir tu corazón,
Cesó tu respiración.
Pero una cosa es cierta:
Vivirás en lo profundo de mi corazón
Por siempre.

Lamento no haberte visitado lo suficiente,
No haberte dejado del todo conocerme.
Después de todo, es verdad eso que dicen:
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Y te vas nomás en tu pueblo.
Nunca te gustó la ciudad,
No te podías hallar,
Y a mí todo lo contrario,
En el campo me dan ganas de llorar.

Me quedan muchos recuerdos:
Vos fumando en tu pipa
Y cada noche rezando
En tu pequeño santuario,
Cosas así, pequeñas, jamás las voy a olvidar.

Te reías de mi tono de bonaerense al hablar
Y yo hacía lo imposible por entender
Tu rara mezcla de guaraní-español.
Una cosa no sabrás hasta recién ahora:
Cuánto te admiraba por la fuerza
De voluntad a tu edad.

Hasta luego, abuela.
Nos vemos en el Cielo.
Guíame desde allá arriba
Déjame soñarte al menos una vez más.

Hasta luego y hasta siempre, alma correntina
Pronto de nuevo nos veremos.

Chau, Clara.
Descansa en paz por toda la eternidad.
No me preocupo porque sé
Que en el Cielo nos volveremos a ver.


Uno de los poemas más sinceros que escribí hasta ahora...
Saludos, nos leemos la próxima.