Pensemos en un bote que tiene capacidad sólo para dos personas en el cual la situación ideal es que ambas deben remar hacia el mismo sentido sobre el agua (río, mar,...).
¿Qué sucede si una de ellas no rema en el mismo sentido o decide dejar de remar? Es muy simple, intuitivo y casi obvio: en primera instancia el bote se desorienta y desequilibra; luego si una de ellas no acompaña a la otra remando en sintonía, la persona que está esforzándose por direccionar ese bote se cansa de aquella que no hace nada.
Ahora bien, supongamos que ambas personas parecen remar en juntos y una de ellas agregue a una o más personas (es decir habrían 3 ó más en ese bote). ¿Qué es lo que sucede en ese momento? Está de más decir que dicho bote se hunde por exceso de capacidad permitida.
Moraleja o corolario: si te importa el bote remen juntos con la otra persona, si de verdad querés a esa persona no sobrepases la capacidad máxima de personas que soporta el bote. Y lo principal: no subestimes a ninguno de los remeros. Y la adicional: fijar el destino antes de zarpar.
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