Andando, buscando...

J. M. S.
Me enseñaste cosas que nadie
Me había dicho que existían,
Me prestabas tus motos
Cada vez que yo quería...
Me robabas risas a puñadas
Cuando me contabas tus andanzas.
Pero todo terminó
Cuando me traicionaste
No me hiciste daño a mí,
Aunque por otro lado sí.

Ya no te amo como si fueras
Mi verdadero hermano.
Ya no te odio, ya no nada,
No te siento ni vivo ni muerto
Ya no provocas nada en mí
No has muerto
Pero para mí has desaparecido,
Perdí un amigo.

Y pensar que todas esas veces
Que salíamos a caminar,
Vos por detrás y bien a escondidas
Me clavabas un puñal.
¡Qué tonto fui al en vos confiar!
Cada palabra que decías
Era una mentira más
Que este estúpido se creía.

Ya no te amo como si fueras
Mi verdadero hermano.
Ya no te odio, ya no nada,
No te siento ni vivo ni muerto
Ya no provocas nada en mí
No has muerto
Pero para mí has desaparecido,
Perdí un amigo.

Ya está... Ya no te puedo perdonar.


Creo que está claro: no hace falta añadir nada más. Esto lo escribí en el verano de este año basado en hechos que sucedieron hace un par de años y las siglas hacen referencia al nombre y apellido de quien me traicionó, no sólo a mí a varios conocidos míos; y así surgió este poema.

Saludos y será hasta la próxima…