Yo tengo muchas ganas de escribir por momentos. Hay vacíos
en el papel en blanco que quiero llenar lo suficiente para leer algo con un
mínimo de coherencia.
En otros tiempos, me dedico a dormir que es la actividad que
mejor hago. Yo sueño y si vos pudieras estar en mis sueños sabrías a lo que me
refiero... esas grandiosas y a veces odiosas creaciones del inconsciente, las
cuales me dejan pensando todo el día en su significado (si es que en realidad
lo tienen).
Y yo sigo buscando lo que todavía no he encontrado, no por
saber lo que no quiero, simplemente por la maldita perfección que guía mi vida
en concatenación a la utopía que le da la mano, eso claramente porque ninguna
se quiere desprender de la otra... y yo, ser consciente, nada quiere hacer para
cambiarlo.
Planifico, idealizo, me quedo inmóvil, reprimo... y no
termino haciendo nada que también es una forma de hacer algo... pienso por
instantes en dejarlo todo a la suerte, suerte en la que no creo ni su existencia;
luego yo sigo el camino ya marcado, me aburro y sigo hasta el final,
simplemente porque nunca me gustó regresar atrás.
Yo me encuentro, en el último tiempo, sumergido en
constantes déjà vu de los que me sorprendo, ya que las situaciones no culminan
como yo creo que terminarán. Asombrado un poco, atravesado por situaciones cada
vez más cotidianas y una realidad desorbitante, me pregunto una y otra vez
"¿estaré despierto o dormido? ¿Seré una de esas personas que no se acostumbra
al cambio? ¡¿Qué me está pasando?!".
Muchas veces no sé si lo que yo hago lo hago bien o no,
supongo que lo que importa es que lo hago con convicción. En verdad eso es lo
que me parece más importante y es aquello que, en última instancia, me motiva a
hacer lo que finalmente hago.
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